Jun 11, 2023
Vamos a ponerlo sobre la mesa: los psicodélicos están de moda.
Quizá por los famosos documentales de Netflix Fungi y Cómo cambiar
tu mente (Netflix todo lo pone de moda), o como respuesta a una
búsqueda personal y espiritual en la que están muchísimas personas.
También porque están volviendo con mucha fuerza tradiciones
ancestrales que estaban enterradas en el olvido o que solo tenían
interés para grupos muy pequeños. De alguna manera es como si todos
los caminos que eran estrechos y separados, estuviesen convergiendo
en una gran autopista. Y todos queremos explorarlo todo. Y ante la
crisis de salud mental y falta de propósito, estamos buscando
respuestas. Los psicodélicos, para muchos, parecen respuestas
inmediatas, atajos espirituales, soluciones de una noche.
Y, aunque todo lo anterior para mí es cierto, esto último no lo
es.
Me asusta sentarme en una mesa y escuchar la ligereza con la que se
maneja el tema, la facilidad con la que muchos se entregan a este
tipo de terapias sin saber siquiera quién es la persona que los
está acompañado. Sé del poder de las plantas medicinales, pero como
todo lo que es poderoso, es luz. Y la luz alumbra, pero también
quema. Y aquí es donde llega la responsabilidad personal, el
entender que NADA ni nadie va a eximirnos de hacer el pedazo de
trabajo que nos corresponde y que el propósito y el sentido de
trascendencia no lo regalan ni el yage, ni los hongos, ni el yoga,
ni el mejor terapeuta del universo, ni la religión: es un trabajo
diario, personal y siempre distinto al de los demás. Una
combinación preciosa entre las herramientas internas que tienes y
las ayudas externas que buscas, y sobre todo, una disciplina para
crear hábitos y mantenerlos en el tiempo. Ahí sí que está la
transformación.
Un día tuve esta conversación con una amiga: quería traer a alguien
al podcast para hablar sobre el tema con juicio, responsabilidad y
apertura. Ambas me recomendaron al terapeuta Yaqui Andrés Martínez
y, tras escuchar algunas de las entrevistas que ya le habían hecho,
supe que él era.
Así que aquí les dejo un súper episodio. Sé que lo amarán.